Que si salivo
el deseo de acercarlo hacia ti
Si busco un entierro
Espiarte, tomarte y huir
Asomo liviano
te miro infantil
Asomo a tus piernas
las abres sin mí
Creo en el olvido de las caricias
Mereces vaivenes violentos
Y en los gestos que disimulas al partir
y en los alaridos en que desfogas
y en los instantes felices
Pero no en los encuentros fortuitos
No en la corrida sin ti
Es tu gemido, tu gracia y tu sexo
tu olor y tu humedad
tus uñas, la sangre, los besos
La chupada, tu caminar…
Exijo mi dote
Escucho tu andar desnudo
cubierta lasciva con un delantal
Abro la puerta y respiro
Encuentro tu rostro de miedo
¡Buen día!
¿Cómo estás?...
viernes, 24 de julio de 2009
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