viernes, 24 de julio de 2009

Vecina

Que si salivo
el deseo de acercarlo hacia ti
Si busco un entierro

Espiarte, tomarte y huir

Asomo liviano
te miro infantil
Asomo a tus piernas
las abres sin mí

Creo en el olvido de las caricias
Mereces vaivenes violentos

Y en los gestos que disimulas al partir
y en los alaridos en que desfogas
y en los instantes felices
Pero no en los encuentros fortuitos

No en la corrida sin ti

Es tu gemido, tu gracia y tu sexo
tu olor y tu humedad
tus uñas, la sangre, los besos
La chupada, tu caminar…

Exijo mi dote

Escucho tu andar desnudo
cubierta lasciva con un delantal

Abro la puerta y respiro
Encuentro tu rostro de miedo
¡Buen día!
¿Cómo estás?...